20060515
FOTOAMERICA 2006: Cristina Alemparte y Verónica Besnier
por Cristián Labarca Bravo
Cristina Alemparte y Verónica Besnier son coordinadoras y productoras de FotoAmérica. Con ellas han debido relacionarse los fotógrafos interesados en exponer en el festival y a ellas apunta Roberto Edwards a la hora de repartir laureles: "Ellas hicieron todo. Yo puse la idea, ellas hicieron el trabajo. Pienso que las mujeres en este país son espectaculares, en todo orden de cosas. Es odioso hacer comparaciones, pero siempre me ha resultado más fácil formar equipos de mujeres, porque las encuentro más comprometidas, naturales y más jugadas", dijo a Diario Siete a fines de 2004.
Alemparte, fotógrafa y curadora, creadora en 2002 de la hoy desaparecida galería Le Click, y Besnier, curadora y mujer clave en la gestión de la visita a Chile de las muestras de Robert Doisneau, Yann Arthus-Bertrand, Henri Cartier-Bresson y Elliot Erwitt, aclaran: "Un mecenas corre con todos los gastos de un festival, en ese sentido Roberto no lo es. Pero nos abre sus puertas, todas sus instalaciones, él hace mucho por la fotografía. Pero que también nosotras tenemos que salir a la calle a buscar auspicio, está claro".
Críticas al medio chileno, señalan que para la primera versión de FotoAmérica, los fotógrafos desempolvaron trabajos que tenían guardados, mientras que "ahora están trabajando para la versión 2006". Creen que el evento fue muy beneficioso para este arte en Chile, y ejemplifican contando que el fotógrafo Mario Vega vendió su exposición "Génesis" completa. Otra que vendió fotografías -algo aún poco usual en Chile- fueron Alexandra Edwards y Claudio Bertoni. Claro que ambos expusieron en el sector Alonso de Córdova.
-Paz Errázuriz y Claudio Bertoni venden utilizando la vitrina del bazar The Clinic. ¿Están los fotógrafos chilenos siendo cotizados a niveles del mercado extranjero?
-No. Paz Errázuriz puede vender en 1000 dólares una foto suya, pero no creo, no es conocida en el extranjero. Sucede como con los pintores, un Gonzalo Cienfuegos por ejemplo, que en el mercado americano vale algo, pero en el mercado francés no va a valer nada. Es aquí donde hay un mercado para ellos, Paz Errázuriz puede vender sus fotos en 500 mil pesos, Portugueis en 200 mil, y la vende. Hoy, la fotografía tiene más presencia, por ejemplo en los restaurantes, como decoración. En el hotel Mirarmar de Viña hay foto, el Haytt se decoró con fotos de arriba a abajo. Los fotógrafos están aprendiendo que hay que seriar las copias y que hay que escribir la técnica que usaron.
La dupla asegura que para este año "no hay ningún espacio en general que no esté adherido a FotoAmérica", destacan la presencia y buena llegada que tiene el evento en regiones y adelantan: "Nuestra exposición icono este año va a ser Amrik (América), muestra brasilera que habla de la integración de las comunidades árabes en América Latina". Se trata de una veintena de fotógrafos latinoamericanos entre los que -en la versión original- sólo figuraba un chileno: Rodrigo Gómez-Rovira. Pero las productoras agregaron dos más -una de ellas Soledad Campaña y Mario Vivado- y les encargaron trabajar el tema.
Suman la presencia de una colectiva peruana integrada por fotógrafas de la talla de Magdalena Ortiz y Alejandra Bedoya, bajo la curatoría de Roberto Huarcaya, el director artístico de Mirafoto, Lima, Perú. Alemparte y Besnier gestionan además la venida de una colectiva boliviana y otra argentina, con la presencia de fotógrafos como Patricia Terán y Aldo Sessa.
Sin embargo, reconocen que grandes maestros como Cartier-Bresson no estarán presente: "No, este año es la puerta abierta a América". ¿Sebastiao Salgado? "Nos come el presupuesto de Fotoamérica", explica Besnier. ¿El crédito criollo, Sergio Larraín? "No quiere exponer en Chile", responde Alemparte.
*Entrevista publicada el lunes 15 de mayo de 2006 en la sección de Cultura de Diario Siete.
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